Sus pies iban solos, su cabeza hacía tiempo que se había rendido.
No sabía adonde iba, simplemente andaba en línea recta.
"pobrecilla, que mala cara tiene"-debió pensar el conductor que paró en seco delante de ella. Pero esa alma en pena, andaba absorta en nosequé, y ni se inmutó.
"Qué difícil es aveces tener clara tus ideas"-pensaba ella.
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