jueves, 8 de diciembre de 2011

Diamantes de sangre


Todos habremos oído hablar de la desgarradora película, Diamantes de Sangre.


Me marcó mucho cuando la vi, así que decidí buscar información sobre ella, y encontré la verdadera historia, que hace honor al dicho "la realidad supera a la ficción." Aquí os dejo una parte de lo encontrado.

Tomado de:


Comercio de diamantes, 
pobreza en el sur, lujo en el norte.







El 14 de agosto de 2000, en una histórica decisión, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) invocó ante el secretario general la constitución de un tribunal especial para investigar los crímenes de lesa humanidad en Sierra Leona. Entonces, Africa lloraba con la sangre de millones de sus hijos, hombres, mujeres y niños, raptados, torturados y convertidos en engranaje de la industria ilegal de los diamantes con los que grupos rebeldes y dictadores financiaban sus conflictos regionales.


Hoy, los diamantes de sangre ya no son patrimonio exclusivo de Sierra Leona, Liberia o Angola. Su fantasma cruzó las aguas del Atlántico y Venezuela, Guyana y Brasil repiten la historia de sus antecesores africanos.

Codiciados por su elevado valor y fácil movilidad, los denominados "diamantes de sangre" o "conflictivos" formaron parte durante años del circuito comercial ilegal, extraídos en bruto de las arrasadas tierras africanas, procesados en Bélgica, Israel, el Líbano y China y de allí insertados en el lujoso mercado de Estados Unidos y Europa.

En 2002, el Proceso Kimberley, un acuerdo entre los gobiernos, la industria y la sociedad civil con mandato de la ONU logró desarticular este circuito a través de un control de certificación al cual adhirieron los principales productores, exportadores e importadores de diamantes en bruto del mundo para garantizar que las piedras no provengan de zonas en guerra.


Sin embargo, en la actualidad aún se sospecha que el tráfico ilegal continúa en Costa de Márfil y Zimbabwe, las organizaciones civiles denunciaron que un nuevo circuito internacional se abrió en Sudamérica, esquivando los férreos controles africanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario